Rogelio, el nuevo miembro de la familia
¡La pereza que me dio coserlo todo!
Y después, a guardar colas de hilo…
Por aquí vienen unas patitas:
¡Tachán!
Así es como le quede a su legítimo dueño:
¿Qué os parece?
Menos mal que no hay que darle de comer…
Por cierto, si queréis verlo en movimiento, podéis ver mi primer podcast de tejido