Los orígenes

Todo comenzó hace algo más de un año.

Por aquella época, una chica inquieta, pero perezosa, se sentía atraída por esas mantas que salían en las películas americanas. Reconocía que eran algo horteras, e incluso parecían ser un nido perfecto para los chinches, pero tenían algo tierno que le hacía querer intentar hacer alguna.

Así, con lo que hoy sabe que se llama granny square (cuadro de la abuela) comenzó a hacer crochet. Le pidió a su madre una aguja, ésta la miró con cara de medio susto, medio “qué le has hecho a mi niña” y le dijo “¿pero tú sabes hacer cadenetas? ¿cómo es el patrón? ¿con qué hilo la vas a hacer?”

Ah! ¿Necesitaba todo eso? ¡¡Yo sabía que quería hacer cuadros!!

Gracias a mi amiga peruana (ya os hablaré de ella) y a las aportaciones de muchas personas en youtube, me enteré de lo que era una cadeneta, un punto bajo, un patrón…. pero entonces hacer un cuadrado era algo muy “simple” tenía que darle un toque algo más original, ¿por qué hacer un cuadrado cuando está el hexágono?

Pero claro, no había contado con un problema, ¿dónde poner la aguja (de coser)? no soy de esas chicas con su costurero supermono. Así que, mirando por internet, decidí hacer un “alfiletero”:

 Con el problema de la aguja solucionado, todo era comenzar a hacer hexágonos, que ya llegaría la hora de coserlos….

Y, de momento, con más de 130 hexágonos cosidos, la manta está a falta de amplicar en unos 50 más para que me cubra y pendiente de que piense un filito final:

¿Por qué no la termino? porque se me ocurren otras cosas para hacer, dragones, gusanos, patines, otra manta… os lo iré enseñando poco a poco. ¿Queréis?