La historia continúa (III)

Como alma inquieta que soy (sólo de vez en cuando) empecé a darle vueltas a lo que Fran me había dicho que podía hacer y, como por casa tenía unas zapatillas de mi padre que habían hecho ya todo su trabajo, decidí usarlas para un experimento:

Me costó un poco despegar la suela, que era lo único que quería…

Hice las medidas oportunas:

Y con un poquito de pegamento líquido (de ese de pistola), el resultado fue este:

Y mientras tanto, como Sole nos había comunicado su embarazo, me puse a hacerle este pequeño arrullo para su “cachorro” (que conste que es ella la que lo llama así)

Así era como tenía el rinconcito del sofá:
(esta imagen me encanta)

(estoy deseando llegar a la “actualidad” para enseñaros en lo que ando, pero… aún queda un poquito)

4 comentarios en «La historia continúa (III)»

Deja una respuesta